Mi primer trekking fué al Everest


Hace unos días, concretamente el pasado 14 de mayo, leía en un periódico vasco, que se cumplía el trigésimo aniversario de la primera expedición vasca al Everest que llevó a la cima a Martín Zabaleta. Era 1980…., a mediados de enero de aquel año, yo realizaba mi segundo viaje a Nepal y mi intención era, en esta ocasión, realizar el trekking hasta el campo base del Everest. En los días que pasé en Kathmandú, tuve la ocasión de encontrarme en la agencia nepalí con la que trabajábamos con el citado Martín Zabaleta y con Xabier Erro, miembros destacados de la expedición vasca que se encontraban recibiendo los miles de kilos de carga provenientes de España, que serian necesarios para el desarrollo de la expedición. Era la primera vez que hablaba con alpinistas dispuestos a enfrentarse, en este caso, por segunda vez con la montaña más alta del planeta.
Era enero, hacia frío y sabia que el trekking en esa época iba a ser duro, éramos solo dos personas y dormiríamos en los escasos lodges o casas de té que en aquellos años existían. Tras algún que otro intento infructuoso de volar a Lukla, por fin lo conseguimos y empezamos el trekking, el sueño se hacía realidad, iba rumbo al Everest.
Para los que hemos dedicado horas a leer los libros de Sir Jon Hunt o Morize Herzog sobre la grandes epopeyas de la historia del alpinismo, el recorrer aquellos caminos rumbo al Chomolugma era un sueño, conocer a los míticos sherpas y compartir camino con ellos, ver el monasterio de Tengboche y conocer a su lama principal, caminar bajo la sombra del Ama Dabla, ver “ochomiles”… La excitación era extrema…
Las jornadas discurrieron sin problemas, bellos caminos, excelentes vistas sobre las montañas soñadas, y finalmente Kala Patar, nuestro objetivo. Esta loma, situada a 5.300 m. aproximadamente, es un privilegiado mirador sobre la cara sur del Everest. La satisfacción era tan grande como la que meses más tarde supongo que sentiría Martín Zabaleta desde la cima de la montaña, que en ese momento tenía enfrente de mí.
El regreso a Kathmandú fue rápido, tan rápido que me encontré metido en un jumbo de Air France volando desde Delhi a París con la misma ropa (bavaros de paño), medias y botas con las que había pasado los anteriores quince días en la montaña….. a la desesperada y ante el riesgo de que me expulsaran del avión por atentar contra la salud de los otros pasajeros, me las apañé para asearme …lo peor fue lavarme los pies en el lavabo….
Ese fue mi primer trekking en Nepal y me reafirmó en la idea de seguir adelante con el proyecto de Trekking y Aventura.
JAM

Comentarios

Qalamana ha dicho que…
Después de mi breve trekking por Nepal me he quedado con el gusanillo de la montaña... es una maravilla!

Entradas populares