Viaje al pequeño Tíbet . Valle de Zanskar (India).


En agosto de 1987, contemplaba el paisaje desde la cima del Nun, la montaña que con 7.127 mts. es la más alta de aquella región del Himalaya. Hacia el sur se extendían unos profundos valles ocres salpicados de pequeños oasis y campos de cultivos, uno de ellos era el valle de Zanskar.
En los años ochenta el trekking a esta región fue uno de los más solicitados en nuestra agencia. Entrábamos a la zona por Cachemira, una de las más bellas regiones de la India y tras pasar unos días idílicos en el lago Dal, remontábamos la carretera que subiendo a los cuatro mil metros de altura, dejando atrás el mundo musulmán, nos introducía en el budista, en el valle de Zanskar. Desde hace casi veinte años esta ruta de acceso se ha abandonado, debido a los conflictos religiosos que asolan la región de Cachemira. Hoy en día la entrada la realizamos desde el sur, desde la región de Manali.
La nieve solo permite el acceso al valle durante unos pocos meses, lo cual ha permitido junto al hecho de formar parte de India, que Ladakh y Zanskar no sufrieron la invasión china, y hoy sea uno de los pocos rincones del Himalaya donde sobrevive la cultura y religión tibetanas. Aún hoy en día, en estas tierras se practica la poliandria y es fácil encontrar familias donde una mujer comparte su vida con dos hermanos.
Sus apenas quince mil habitantes, se extienden sobre aproximadamente siete mil kilómetros cuadrados. En los poblados se agrupan humildes casas, hechas de ladrillo de tierra gris sin encalar. Estamos sobre los cuatro mil metros de altura y no crecen árboles ni arbustos, solo campos de cebada y flores silvestres como la amapola azul y el edelweiss. Estamos ante el valle habitado más alto del planeta. Su paisaje es duro, agreste y montañoso con vertiginosas laderas surcadas por caminos bien trazados que se alejan del cauce del río, los cielos son de un azul rabioso apenas salpicado de nubes; el monzón, que en verano cubre la India de lluvias, ha quedado bloqueado por la cadena montañosa más alta del planeta, permitiéndonos gozar del fresco aire de altura y de paisajes sin límites.

Después de realizar un trekking por el valle de sur a norte, la mejor posibilidad es acabar visitando el valle de Ladakh y sus monasterios (Lamayuru, Alchi, Hemis, Tsikey…), esto nos servirá para completar nuestro periplo por uno de los enclaves budistas lamaístas menos transformados del mundo. Para los que gusten de caminar por lugares pocos transitados, conocer reductos culturales, y disfrutar de paisajes únicos, el trekking del valle de Zanskar y la visita al valle de Ladakh es uno de mis trekking favoritos que os recomiendo a todos. Se me olvidaba… el mes de agosto es formidable, sobre todo para los que quieran conocer el Himalaya y sólo dispongan de agosto como periodo vacacional.
JAM

Comentarios

Sonia ha dicho que…
Este viaje esta en mi lista, y encima leo que Agosto es el mejor mes, pues me viene de perlas jajaja. Yo esto se lo mando a la cuadrilla para ir preparandonos para el año que viene.
Anónimo ha dicho que…
Hola!
Tengo previsto ir a esta zona en julio.Me podrias dar algo de informacion?A mi me gustaria ir un poco por libre pero no sé hasta que punto es recomendable.
Si no te importa mi correo es mer1111@hotmail.com
Gracias

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