Viaje a la Ruta de la Seda. Uzbekistán, Kirguistán, China.
Un viaje a la Ruta de la Seda
Registan Square. Uzbekistán
Seda, especias, olores, gritos de vendedores y clientes en distintos idiomas, calor, polvo, cantos de los almuecines desde los minaretes de las mezquitas, montañas de sandias y pilas de aceitunas, colores distintos y estridentes, moscas, camellos bactrianos balando, luz brillante. Quizá esa fuera la foto de un día cualquiera en un mercado cualquiera de la Ruta de la Seda. Pero hoy en día aún podemos encontrar esa misma foto en numerosos lugares de los que formaron parte de esa línea que unía Europa con China. En Uzbekistán, Kirguistán, Turmenistán, Tajikistán, en China…. Aún hoy estas escenas se repiten a diario.Khiva |
Durante siglos, el incansable ir y venir de las caravanas de camellos mantuvo en contacto a diferentes mundos (el chino, el indio, el persa, el mediterráneo) separados por barreras naturales y culturales infranqueables. Sin duda la ruta de la seda ha constituido un foco civilizador de excepcional importancia en la historia. Los chinos desde el este, los budistas desde la cuenca del Ganges, los cristianos huidos de Bizancio, el imperio musulmán surgido en Arabia o los diversos pueblos nómadas o sedentarios del Asia Central, todos contribuyeron a crear un lugar de encuentro e intercambio que constituyó un verdadero crisol de la historia de esta parte del planeta.
Pico Lenin |
Tashrabat |
El sentir los olores de las especias en los mercados locales, el sentir en nuestros cuerpos el fuerte sol y el calor que durante siglos a requemado esos caminos, sufrir con el efecto de la altura en los altos pasos de montaña y disfrutar con la visita a los monumentos que aún hoy en día atestiguan ese pasado majestuoso, es parte de la magia que encierran estos lugares.
JAM
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