El Alto Egipto y la Baja Nubia. Templos, historia y horizontes infinitos con guía arqueólogo (I)

El Templo de Dendera

Dendera constituye uno de los principales conjuntos templarios de Egipto y nos ofrece diversos ejemplos particularmente ricos en elementos característicos de templos de época grecorromana y uno de los mejores conservados y más espectaculares de todo Egipto por la excelente conservación de sus pinturas y relieves. Está dedicado a Hathor (en griego), una divinidad cósmica, diosa nutricia, diosa del amor, de la alegría, la danza y las artes musicales en la mitología egipcia. Esposa del dios Horus, patrono de los faraones, su nombre significa 'El templo de Horus' o 'La morada de Horus', para identificarla como su esposa. Nombre egipcio Hut-Hor (Ḥwt Ḥr) y se la representa desde antiguo con la vaca sagrada.

Como la mayoría de los templos egipcios, el de Dendera está orientado hacia el Nilo, pero debido a la que describe su curso en este lugar, la estructura realmente mira hacia el norte, en vez de seguir la orientación este-oeste que era habitual. La zona del templo está precedida por varios pabellones del período romano y una puerta del propileo, construida durante los reinados Domiciano y Trajano, y adaptada a los macizos muros que rodean el recinto. Uno sus puntos fuertes lo constituye, sin duda, la mejor representación en los muros de este grandioso templo de la famosa Cleopatra VII y del hijo que tuvo con Julio César y al que asoció al trono con el nombre de Ptolomeo XV Cesarión, verdadero heredero del gran romano y al que Augusto mandó ejecutar para suprimir al único rival de su herencia.

La fachada de esta sala hipóstila está construida a modo de frontispicio de baja altura (más largo que alto) con paneles entre las columnas, que permiten ver el techo de la sala y los capiteles hathóricos de sus 24 columnas. Todas estas columnas están coronadas por un capitel de cuatro caras, en cada una de las cuales aparece esculpido el rostro de la diosa con orejas de vaca, que ya fueron víctimas del vandalismo en la antigüedad. El techo de la sala, sin embargo, conserva una buena parte de su colorido original, y su decoración  constituye un complejo mapa simbólico de los cielos cuidadosamente alineado, en el que aparecen incluso los signos del zodíaco (introducidos por los romanos) e imágenes de Nut, la diosa del cielo, que engulle el disco solar final de cada tarde para devolverlo a la vida al alba.

Fuera del muro de piedra que rodea el recinto veremos las ruinas de varios edificios aislados del complejo: 'casas del nacimiento', una basílica cristiana y sobre todo los restos de un sanatorio de adobe, el único de su clase que se conoce en los templos egipcios, donde los visitantes podían bañarse en las aguas sagradas o pasar la noche con la esperanza que la diosa les revelara alguna cura milagrosa durante el sueño.

Templo de Dendera en Egipto
Lugar sagrado de peregrinaciones devotas, incluso en época cristiana, constituye por tanto, uno de los los templos egipcios más sobresalientes y con cuya visita se inaugura nuestro singular circuito por el Alto Egipto que nos llevará desde la Tebaida hasta lo más recóndito de la Baja Nubia recorriendo las joyas artísticas principales de esta parte de Egipto en este singular viaje.

José Ángel Gutiérrez

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